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Hasta hace poco la situación mundial para las personas LGBTQ+ parecía estar mejorando lentamente, adquiriendo algunos derechos fundamentales y reduciendo la discriminación. Pero recientemente varias legislaciones, desde Estados Unidos hasta Rusia y Uganda, muestran una creciente amenaza contra los derechos LGBTQ+.
En los últimos dos años diferentes estados han aprobado leyes «anti-LGBTQ». Una de las más famosas es la llamada «no digas gay», promovida por Ron DeSantis, Gobernador de Florida y pre-candidato presidencial. La ley prohíbe la discusión sobre orientación sexual o identidad de género en las escuelas de Florida.
La movida Republicana también ha prohibido los procedimientos de reasignación de género para menores de 18 años en Mississippi, Ohio, Georgia, Iowa, Dakota del Sur, Virginia Occidental, y Texas. Mientras Tennesse prohibió a drag queens presentarse en público en espacios donde haya menores de edad. En el «país de la libertad» peligran los derechos LGBTQ+.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha buscado restringir la «propaganda LGBT» con leyes que prohíben cualquier expresión «queer» en el espacio público, en internet, en películas, libros o publicidad. Recientemente también se anularon los matrimonios donde una persona ha cambiado su género, y se prohíbe a las personas transgénero criar o adoptar niños.
Los políticos justificaron una nueva ley que prohíbe la reasignación de género como una medida para protegerse contra la «ideología anti-familia de Occidente». Quienes apoyan la ley dicen que prohibir las «intervenciones médicas destinadas a cambiar el sexo de una persona» y la «modificación de la identidad de género en documentos oficiales» es un respaldo a los valores tradicionales de Rusia.
Sin duda África es uno de los continentes más difíciles, ya que la simple atracción por personas del mismo sexo es criminalizada en 30 países. Este año Uganda aprobó la «ley anti-homosexualidad» e incluye penas tan duras que van hasta la pena de muerte por conductas «agravadas».
Por esta nueva ley, varias personas de la comunidad LGBTQ+ están huyendo hacia Kenia, país vecino donde la homosexualidad también está prohibida, pero de una forma más leve y «solamente» sancionada si es practicada en público… Cuesta creer que en pleno 2023 es ilegal SER en más de la mitad de África.
Indonesia, un país de mayoría musulmana y más de 270 millones de personas, va a prohibir el sexo extramarital desde el 2025, y como el matrimonio entre parejas del mismo sexo ya es prohibido, en la práctica condena las relaciones homosexuales en todo el país.
Más allá de reprimir el sexo fuera del matrimonio, el nuevo paquete legislativo trae medidas específicas contra los derechos LGBTQ+. Esto agrava la situación en un país donde en algunas provincias autónomas ya se aplican penas severas, como golpes de látigo, lapidación y flagelación pública como castigo al sexo homosexual.
Estos retrocesos en diferentes rincones del mundo ratifican que la lucha por los derechos LGBTQ+ debe continuar con fuerza. Las conquistas legales de los últimos años no garantizan que los derechos estarán ahí para siempre, son necesarias nuestras pequeñas acciones reafirmativas en la vida cotidiana y el apoyo a organizaciones como ALL OUT (Latinoamérica) y la Red Comunitaria Trans (Colombia) que promueven el activismo por los derechos LGBTQ+.
Con certeza seguirán apareciendo algunos movimientos políticos, a menudo desde la derecha radical, que buscarán reprimir la diversidad. Es por eso que los colectivos, medios alternativos, ONGs y demás movimientos sociales, deben continuar promoviendo la inclusión en todos los niveles y construyendo una verdadera asimilación dentro de la sociedad. La lucha continúa hasta que en todos los lugares del mundo se pueda ser.
